EXFOLIANTE DUAL:
Ácido Salicílico: Permite exfoliar la piel desincrustando las capas de células muertas, estimulando la producción de colágeno y la renovación de la piel para brindar un tono homogéneo, más luminoso y suave. Este ácido está compuesto por por moléculas más grandes que no logran penetrar en capas profundas de la piel, sino que se quedan en la más superficial (la epidermis). Por lo tanto, es idóneo para las pieles más sensibles, o incluso pieles con acné, ya que no aparecen molestias ni rojeces.
Extracto de Ginseng: Nutre y mineraliza la piel dando como resultado una piel suave y fresca
Agua de Cactus: Es rico en vitaminas, minerales y antioxidantes; los cuales aportan una alta hidratación para dejar la piel suave, fresca y radiante. Gracias a que está compuesto de grandes concentraciones de vitamina K, ayuda a aclarar la hiperpigmentación en la piel como manchas solares o las ojeras oscuras y marcadas.
Extracto de Arándanos: Contiene propiedades antioxidantes que ayudan a proteger y a revitalizar la piel y, a su vez, a combatir los signos de la edad. Es rico en ácido salicílico, promoviendo la exfoliación natural y la eliminación de las imperfecciones. Además, es NO comedogénico, es decir que no obstruye los poros lo que lo hace apto para pieles con tendencia al acné. También posee la capacidad de regenerar y proteger el colágeno de la piel, contribuyendo a mantener su elasticidad y flexibilidad.
Extracto de Avena: Ayuda a mantener la piel suave, humectada, tonificada y tiene efecto antioxidante en la piel.
ACEITE MULTI-BENEFICIOS:
Aceite de Almendras: Sus propiedades hidratantes, emolientes y protectoras son ideales para tratar pieles sensibles. Su composición rica en ácidos grasos insaturados y vitamina E ayuda a restituir la capa hidrolipídica faltante en la piel seca. Es un gran aliado en la prevención de estrías.
Aceite de Jojoba: Suaviza y protege la piel gracias a su penetración fácil y profunda en la dermis. Regula la pérdida de agua en la piel, por lo que ayuda a prevenir las arrugas, mejora la apariencia de las estrías y otorga buena hidratación a las pieles secas o descamadas. Posee propiedades acondicionadoras para el cabello; fortalece el pelo quebradizo, le da brillo y suavidad. También favorece el mantenimiento del cuero cabelludo debido a que modula la función del folículo piloso y equilibra la producción de sebo.
Aceite de Babasú: Contiene propiedades antienvejecimiento, hidratantes, calmantes, refrescantes y emolientes. Penetra con facilidad en la piel.
Aceite de Argán: Gracias a su gran cantidad y diversidad de ácidos grasos y vitaminas; el aceite de argán ayuda a retener la humedad de la dermis, nutre y repara la piel a profundidad, y contribuye a que se estimule la reparación celular natural de la piel. Es cicatrizante, por lo que es recomendable para ayudar a la cicatrización de quemaduras y heridas, así como para prevenir la aparición de estrías, incluso para matizarlas en sus primeras etapas. También es ideal para el cuidado de las uñas quebradizas, las manos secas y la piel áspera de los pies porque nutre, hidrata y suaviza.
Aceite de Romero: Es apto para todo tipo de piel (seca, mixta o grasa), es descongestivo, refrescante y astringente. Tiene cualidades calmantes y antiinflamatorias por lo cual genera una sensación de relajación. Además ayuda a hidratar las células cutáneas, mejorando el aspecto general de la piel. También tiene propiedades cicatrizantes que ayudan a mejorar y prevenir las estrías.